Hola querido hermano, ¿cómo estás? Confió y espero en el Señor que estés bien, disfrutando de todas las bendiciones de nuestro buen Dios y Salvador Jesucristo.
Estuve pensando en ti estos días y por eso es el motivo de mi carta, fue lindo recordar como viniste a los pies de Cristo, estabas perdido, desubicado, desorientado, quizá con el deseo de empezar hacer las cosas bien pero simplemente no sabías cómo. Tu esposa estuvo orando por ti, por varios años para que entregaras tu vida al Señor.
Recuerdo ese día cuando entregaste tu corazón y todas tus preocupaciones a Cristo, como te rendías a su voluntad, y reconociste que Él tenía un plan perfecto para tu vida y la vida de tu familia, a pesar de lo que estaba sucediendo y lo que había sucedido en tu vida en el pasado.
Nunca olvides de la gracia de Dios que te alcanzo, a pesar de las tribulaciones, problemas, o dificultades, El que te llamo nunca te dejara ni te abandonara. Solo confía en El, espera en El.
A través de esta carta quiero animarte para que continúes fuerte y constante en el Señor. El ministerio que Él te ha dado hazlo con amor y dedicación. Ten compasión de las almas que no conocen de Cristo, y por aquellas que ya conocen y andan descarriadas, heridas, amalas, muéstrales la gracia y el amor de Cristo que fue depositado en ti.
No te enredes en los negocios de este mundo que pueden hacerte caer, las riquezas y los bienes materiales vienen y se van, por eso no pongas toda tu confianza y esfuerzos en ellos porque no son fiables. Aunque por supuesto Dios quiere bendecirte y que tengas lo necesario para vivir una vida tranquila.
Nunca dejes de lado la Palabra de Dios, medita siempre en ella, ella tiene que ser tu plato fuerte del día, porque si así haces serás un hombre sabio.
Saludos a tu esposa, recuerda de cuidarla y amarla como Jesucristo nos ensena y como bien has aprendido. Aprende a vivir con ella sabiamente. Es nuestro privilegio y responsabilidad de hacer crecer espiritualmente a nuestra esposa. Es mi deseo que puedas escuchar de Dios que está orgulloso de ti, por la manera en que tratas a su hija, si así lo haces, en el ministerio vas a respetar y cuidar de los demás.
Espero verte pronto, escuchar de ti lo que Dios está haciendo en tu vida y en el ministerio que te ha dado. Mientras tanto quiero decirte que te aprecio mucho y por lo tanto quiero recordarte que no olvides de donde te saco el Señor, para que pases agradecido con Él y le sirvas con todo tu corazón.
Tu hermano en Cristo, Gerardo Leiton.